miércoles, 13 de abril de 2016

Es posible amar a una mujer 
Y no por ello ser un hombre de fundamento.
Amarla de verdad
No para que te de la mano
Amarla para sacrificarla cada día de tu vida.
No para que te sirva el café cada mañana 
No para volverse loco
Sino para retener su alma y de paso tirarse un milagro que mole mucho.
 Para esa mujer no hay límites
Por eso cualquiera puede amarla,
Bien sea hombre o mujer, vivo o muerto.
De ser otra cosa
Sólo tendría posibilidad de amarla yo.
Íbamos nosotros a morir de lejos
y a escribir oscuros rituales
sobre la metacognición de las hojas.
Íbamos decididos a escapar del lenguaje
que nos dejaron los cuerpos 
llenos del color azul de las lluvias.
Íbamos a por ti después
de que las manos nos soltasen.

La furia de las puertas
Las puertas de entradas 
las puertas de salidas- EXIT
a veces necesitamos completar ese ciclo
una vida 
una muerte.
Todos quedamos fuera
y si estamos desde dentro
dependemos de ese gesto anónimo
de ese movimiento similar a una mirada.
Estar al contrario de los otros 
en esa posición donde el valor 
de la vida equivale al cuerpo sin fe
al cuerpo intoxicado por la afección de una sola palabra
Convertirnos por siempre en objetos inútiles 
que arrancásemos de las únicas puertas
que nos permitirían salir- EXIT
Hubo un tiempo que decir esas cosas estaba prohibido
Decir morir nos extrañaba
Necesitar hablar se convertía en lo único maravilloso del mundo
Yo nunca supe decir esas cosas 
aprendí en silencio a salvarme
sin morir y eso me costó mucho.
Lo más difícil fue correr y no gritar
sentirme sin futuro.
De ese tiempo solo recuerdo
La manera que nos mirábamos.



viernes, 1 de abril de 2016

Cada vez
me falta más aire
más peces en la pecera
más días sin ti.
Hay veces
que me ahogo
y me vuelvo en una porcelana rota
sólo a veces reconozco
que soy una  mujer
tan hermosa
como tú.
Sólo entonces
me vuelvo feliz.

martes, 3 de noviembre de 2015

La búsqueda de las nieblas tiene ensimismada las sombras del agua. Existió en cierta ocasión la incertidumbre en la misma corteza del océano. Lo había soñado, también lo había vivido.
Tenía la tierra hundiéndome en el fondo del asfalto, las sombras ennochecían las ciudades y vivíamos moviéndonos sobre unas casas secretas como si volver a nacer nos fuera siempre imprescindible.

Estallé
estallé

para tu conocimiento
estallé en luz.
Nada
o casi toda
Estallé
contra el árbol
volcada hacia el otro ecuador
ninguna sombra
tal vez en algún rio
estallé.
De par en par
goteé todo el océano
me hice de raíces
me “ennudé” a la tierra
Estalle
y solo en mi vientre
te conquisté

siendo tan frágil
ese secreto
te conquisté.
Estallé
en tu labio
hasta besarlo
una y otra vez.
Estallamos